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Doctrina Social de la Iglesia, lejana y desconocida

Doctrina Social de la Iglesia, lejana y desconocida
Gerardo Donoso nos ofrece un interesante artículo en el que nos aclara por qué es necesario conocer la Doctrina Social de la Iglesia.


Por: Gerardo Donoso Contreras | Fuente: familiamarista.cl



A contar de hoy y coincidiendo con el Día Internacional del Trabajo, iniciaremos la difusión de elementos, aspectos y temas relacionados con la Doctrina Social de la Iglesia en un nuevo tópico de nuestra página informativa.

La Doctrina Social de la Iglesia es esa conexión entre nuestra FE y el mundo que nos rodea. Por ello es que consideramos de sumo necesario que quienes somos católicos conozcamos estos elementos y qué mejor que hacerlo en conjunto con nuestra óptica Marista.

Doctrina Social de la Iglesia, lejana y desconocida

Una de las principales desgracias que puede padecer una persona y un pueblo es la ignorancia, pues ella impide que esa persona o ese pueblo se desarrolle en forma armónica, en forma sostenida y sustentable.

A qué apunto con lo anterior: apunto al desconocimiento generalizado por parte de los católicos de la Doctrina Social de la Iglesia, ya que muchas veces se comete el error de catalogar bajo etiquetas ideológicas argumentos expresados a la luz de la Doctrina Social, porque hay otro aspecto tan relevante y arraigado en la sociedad actual como lo es la ideologización.

Que alguien aparezca apelando por los pobres o pidiendo justicia y peor aún, que alguien aparezca hablando de libertad pasa a ser etiquetado necesariamente bajo una ideología determinada.

Esto en mi personal opinión tiene su fundamento en oscuros intereses de otro sector también ideologizado que bajo una aparente religiosidad ha ocultado verdades concretas parapetándose en un almibarado ofrecimiento del cielo en desmedro de los valores de justicia, libertad y dignidad que deben ser vividos aquí en la tierra.

La Doctrina Social es un conjunto de documentos expuestos claramente por los Pontífices para que el católico conecte su vida personal, ya sea de oración y reflexión con el mundo que lo rodea.

No sirve y no basta el llevar una vida espiritualmente ejemplar si esta no se conecta con el resto de la sociedad en una actitud consecuente entre lo que se ora y lo que se hace en los hechos cotidianos, desde el más simple acto social hasta el más sublime acto humano.

La Doctrina Social pasa a ser una doctrina desconocida y lejana a la gran mayoría de los Católicos, siendo muchas veces esbozada en buenas obras pero carentes de fuerza y sometidas a la fragilidad de quienes las emprenden.

Pero ¿Qué es la Doctrina Social de la Iglesia? y ¿Por qué es necesario conocerla?

Citando a José Miguel Ibáñez Langlois la Doctrina Social es “en el sentido mas amplio, la doctrina íntegra de la Iglesia en cuanto referida a la existencia social del hombre sobre la tierra, es decir a la vida humana –de cara a Dios- en su dimensión intrínsecamente social. “Ante todo, confirmamos que la tesis de la doctrina social profesada por la Iglesia Católica es algo inseparable de la doctrina que la misma enseña sobre la vida humana” (Juan XXIII, Mater et magistra, 222)”.

Continúa señalando José Miguel Ibáñez Langlois “La enseñanza social de la Iglesia es, pues, la aplicación de la regla cristiana de fe y costumbres a las relaciones sociales. Es la explicitación de las consecuencias sociales (y por lo tanto económicas y políticas) de la fe cristiana.”

Y es necesario conocerla pues constituye una sólida base para enfrentar el mundo de hoy y sus propuestas, muchas veces engañadoras o alucinantes. El católico como miembro de una sociedad necesita saber y conocer lo que su fe propone para la vida en sociedad.

Es penoso en ocasiones escuchar a católicos defender posturas, posiciones y/o situaciones que a la luz de la fe cristiana no tienen ningún sustento, siendo meros repetidores de algo que escucharon o alguien les dijo pero que carece de validez o peor aún, carece de verdad.

Para quienes se aventuren en la Doctrina Social se sorprenderán de los temas que aborda y de la claridad con que se plantean los problemas. Sólo requiere la voluntad de que quien se anime a profundizar esté dispuesto a sacarse el trajecito de su Primera Comunión para madurar en la fe.

Gerardo Donoso Contreras, Antiguo Alumno Marista

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Nota : Las citas de José Miguel Ibáñez Langlois están tomadas del libro Doctrina Social de la Iglesia editado el año 1988 por ediciones Universidad Católica de Chile.







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