En teoría, los Sistemas de Filtrado de Contenido Web aumentan la productividad de los empleados; en la praxis, empero, pueden ser vistos como un Big Brother que genera desconfianza y rencor.


Hoy en día los Sistemas de Filtrado de Contenido Web son una muy buena opción tecnológica para poder evitar el uso indebido de valiosos recursos como el ancho de banda de acceso a Internet, aumentar la productividad de los empleados y filtrar material de contenido ofensivo.

Los fabricantes de este tipo de tecnología, basan sus justificaciones del uso del producto en el tiempo y gasto que los empleados pasan ocupados en algo que no tenga que ver con su trabajo. No obstante, estas justificaciones no son del todo realistas, ya que no todo el tiempo los empleados están frente a sus computadoras y realizando su trabajo.

Sí, seguro, estos sistemas pueden bloquear el acceso de las páginas pornográficas, de violencia y cualquier página que no tenga relación con el trabajo diario de los empleados, así como también pueden bloquear correos electrónicos con palabras como “fiesta” y “sexo”.

Al implementar estos sistemas, se elimina el acceso a ancho de banda que no es productivo. El botón de muestra más paradigmático es la eliminación del acceso a bajar archivos de música y a correo electrónico gratuito.

También se protegen los otros recursos de la red en contra de virus que normalmente llegan por medio de correo electrónico. De acuerdo con CSI (Computer Security Institute) e Information Security, el 20% de los empleados de una empresa hacen mal uso del acceso a Internet, siendo por tanto los empleados que generan el tráfico no deseado en la empresa.


Efecto contraproducente
Si bien el filtrado de contenido puede verse como una excelente herramienta para incrementar el ahorro de recursos, mantener cierto control y aumentar la productividad, se debe de considerar también la posición de los empleados. Por lo general, un empleado no trabaja continuamente, de manera intensa y sin descanso; sino que siempre encuentra tiempo para tomar un café y platicar con los compañeros de trabajo. Esto no significa que sea un haragán o un aprovechado; de hecho, ese mismo empleado puede ser un colaborador excepcional que trabaja horas extras y entrega sus tareas asignadas a tiempo.

En lo personal, considero que en algunos casos los sistemas de filtrado de contenido son una herramienta que puede afectar la productividad de las empresas si no son usados de una manera correcta. Un sistema de filtrado de contenido de correo, donde se filtran los gusanos, el correo “SPAM” (correo no deseado) y otros virus; puede afectar al visualizar páginas de Internet lo que es muy necesario en cualquier empresa. Pero un sistema de filtrado de páginas Web, donde se restringe el acceso a los usuarios a ciertas páginas, porque el corporativo o empresa ha decidido hacerlo, puede ser peligroso o no.

Los empleados trabajan y ellos mismos deben decidir cuándo distraerse y cuándo no. Las empresas no pueden decidir cuándo van a trabajar al 100 por ciento, a menos de que no les importe ser consideradas como entes autoritarios que todo lo vigilan y todo lo controlan.

En mi opinión, al darse cuenta de que no puede acceder a su correo público de “Hotmail” o “Yahoo”, o no poder revisar su estado de cuenta de su banco, un empleado puede llegar a sentir que la empresa donde trabaja no le tiene confianza.

¿El resultado de esa percepción? El empleado va a generar un creciente disgusto hacia su jefe o los directivos de esa empresa. Además de provocar un ambiente tenso en la empresa, la dinámica de desconfianza genera un curioso fenómeno de sustitución: el empleado ya no podrá navegar a las páginas que estaba acostumbrado, pero seguramente buscará alguna otra manera para distraerse.
Un punto medio

El punto de equilibrio, el camino más razonable a seguir en lo referente a los sistemas de filtrado de contenido web, puede encontrarse en el establecimiento de buenas políticas de seguridad de las empresas.

En el grueso de las compañías no existen, pero es importante desarrollarlas y probarlas encontrando un punto de equilibrio donde se asegure el respeto al espacio del empleado, así como el cumplimiento de las normas que sustentan la ideología de la empresa. Los empleados deben conocer estas normas y cumplirlas.

Va un ejemplo: es válido bloquear el acceso a los sitios pornográficos y a los sitios de violencia, pero no es válido bloquear el acceso a los sitios de bancos para realizar transacciones. Un buen jefe debe de considerar que por lo general los bancos trabajan en horarios de oficinas. Por otro lado, si bien es cierto que el acceso a los sitios de correo gratuito puede ser una buena salida de información confidencial de la empresa, lo cierto es que para la mayoría de los empleados insertos en la monotonía de la oficina, sitios como Yahoo! o Hotmail constituyen sus únicas ventana al mundo exterior.

Los sistemas que pueden realizar un filtrado de contenido son muchos; la correcta configuración de ellos pueden beneficiar exponencialmente a las empresas o perjudicarlas. Es importante encontrar el punto medio y llevarlo a cabo.

Fuente: "Filtrado de contenido, ¿el verdadero big brother?" por Andrés Velázquez. Intermanagers

Maneje adecuadamente los principios de la tecnología



Si te interesan estos temas, visita a nuestro sitio aliado www.eduexperts.com donde encontrarás toda la información que necesitas sobre e-learning, nuevas tecnologías y alta dirección. Si deseas recibir la versión sólo texto del boletín de Eduexperts.com, favor de solicitarlo a info@eduexperts.com