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Marco conceptual para alcanzar Relaciones Laborales (RRLL) beneficiosas para las partes y para la so

Marco conceptual para alcanzar Relaciones Laborales (RRLL) beneficiosas para las partes y para la so
Los expertos de la Asociación Cristiana de Diregentes de Empresa, Uruguay (ACDE) nos comparten un análisis para ayudar a difundir y comprender los sistemas de relación entre empleadores y trabajadores.


Por: Asociación Cristiana de Diregentes de Empresa, Uruguay | Fuente: Acde.org.uy



A) La existencia de más y mejores empresas, competitivas y apostando a la productividad, es la única forma de asegurar el crecimiento, en cantidad y calidad, de la demanda laboral. Los resultados frente a la nueva realidad cambiante son muy superiores en las empresas en las cuales el trabajador participa en las transformaciones, que en las que no lo hace. El destino de los recursos humanos y el de la empresa están inevitablemente unidos, lo cual impone ciertas pautas de negociación:

• Estilo de negociación Ganar-Ganar versus “Ganador – Perdedor”.

• Para cada una de las partes, la aceptación de la otra, con corresponsabilidad y complementariedad.

• Enfoque en los intereses y problemas comunes versus “mi problema – tu problema”.

• Negociación entre socios y no entre “adversarios”.

• Relaciones de confianza y no de “fuerza”.

• Responsabilidad por los resultados: conocimiento y aceptación del impacto que los mismos tendrán sobre las retribuciones de las partes.

• Las Relaciones Laborales armoniosas y eficientes son un valor estratégico para las organizaciones.

• Es clave un Ministerio de Trabajo y Seguridad Social con un claro rol de facilitador, en búsqueda de equilibrios, brindando garantías a todos los actores.

B) La revolución tecnológica y la apertura económica global han cambiado sustancialmente los aspectos a “proteger” por parte de los sindicatos, los empleadores y el Estado. El ciclo de vida promedio de las empresas se ha acortado drásticamente.

• Del énfasis exclusivo en la inamovilidad se pasa a incluir la flexibilidad (en tareas, horarios, forma de remuneración, etc).

• Del énfasis exclusivo en el “salario digno” se pasa a un concepto más amplio de “trabajo digno”.

• Se apunta a salarios participativos para aumentar la productividad y mejorar el empleo.

• Se promueve la generación de condiciones que faciliten la transición hacia otras fuentes de ingreso (en relación de dependencia o no).

• Del énfasis exclusivo en la antigüedad se pasa a priorizar también otros méritos y la capacitación constante en relación con las demandas del sector productivo.

C) Ayudar a difundir y comprender las nuevas “reglas de juego” para empleadores y sindicatos que surgen de los puntos anteriores (facilitando a su vez la adquisición de las capacidades requeridas para ser competitivos en el mundo actual y en el futuro previsible) a través de instrumentos de política y de capacitación.

• Instrumentos de política que impulsen la flexibilidad generarán un ámbito propicio para el incremento de la demanda laboral. La empleabilidad colabora con la seguridad de empleo pero no con determinado puesto de trabajo. Los instrumentos que solo consolidan la inamovilidad pueden proteger a quienes tienen trabajo pero desalientan la creación de nuevas fuentes laborales.

• Canalizar parte de los fondos aportados por empleadores, empleados y Estado a facilitar la transición de una actividad a otra, propiciando la adaptabilidad y la generación de emprendimientos (seguro de desempleo, actualización permanente de habilidades, etcétera).

• Descentralizar hacia instituciones de educación pública y privada la implementación de capacitación consistente con la demanda de habilidades, actual y esperada, en el mercado laboral.

• La capacitación ya no es solo una inversión sino un recurso estratégico.

D) Facilitar la inserción en el mercado laboral de sectores de la población más dinámicos y capacitados, haciendo hincapié en los jóvenes y estudiantes.

• Incrementar la inversión en formación permanente y en Investigación y Desarrollo, de modo que supere el actual magro 0,25% del PBI, teniendo en cuenta que el mercado del conocimiento es el de más rápido crecimiento actual y en el futuro previsible.

• Mejorar las condiciones de inserción laboral para los jóvenes en sus áreas de especialización posibilitando su permanencia en el país y el total desarrollo de su potencial en beneficio de la sociedad.

• Contemplar las peculiaridades del nuevo mercado del conocimiento a través de figuras que garanticen una adecuada regulación del trabajo técnicamente independiente y no subordinado, como ocurre en las industrias de TI.

E) Luego de una importante crisis económica y social, se requiere de políticas públicas que incentiven la contratación de mano de obra de sectores con menores posibilidades.

• Articular políticas para combatir el informalismo y, en contrapartida, instrumentar políticas que contribuyan a dar empleabilidad a sectores con posibilidades laborales marginales.







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