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Reflexión sobre el empresario Enrique Shaw

Reflexión sobre el empresario Enrique Shaw
José María Simone abordó detalles de la vida personal, familiar y profesional del empresario argentino y siervo de Dios, Enrique Shaw


Por: Unión Social de Empresarios Cristianos de Chile | Fuente: USEC.cl



En la décima sesión del ciclo “Café con…” el vicepresidente del directorio de Uniapac Latinoamérica – red a la que pertenece USEC – narró los pormenores de la vida y proceso de beatificación de este empresario quien fundara ACDE Argentina, organización homóloga a USEC, en 1952.

Como un santo. Así describió José María Simone al empresario Enrique Shaw en la última versión del 2009 del tradicional ciclo de conversación de USEC, un “Café con…”.

En la ocasión, Simone revisó los detalles biográficos y la trayectoria empresarial de este hombre de negocios de vida santa, que falleció a los 41 años producto de un prolongado cáncer y cuyo testimonio llevó a un grupo de argentinos a promover la apertura de su causa de beatificación.

“Enrique fue un adelantado a su tiempo. Todo lo que escribió y practicó en sus empresas es lo que la Iglesia luego establecería en el Concilio Vaticano II, específicamente en el documento Gaudium et Spes”. Era muy alegre ya que había tenido un desarrollo espiritual muy profundo y vivió una vida como cualquier persona, pero de una manera diferente”, destacó.

Por su parte, Fernán Elizalde, promotor de la causa de beatificación de Enrique Shaw que también participó en esta ronda de conversación, añadió que “Enrique tuvo una vida, actividad y desarrollo personal impresionantes, tomó con mucha fuerza su compromiso de transformarse en empresario católico y ha dejado un legado enorme. Era un aventajado en todo sentido”.

Así como ambos expositores coincidieron en las virtudes heroicas de Enrique Shaw, también fueron enfáticos en señalar que la causa de canonización – que lleva 12 a 13 años - no ha sido fácil, pues durante los primeros años se encontraron con un escepticismo por parte de prelados y sacerdotes que consideraban muy improbable que un empresario pudiera ser santo. Sin embargo, hay 400 testimonios que avalan la huella y testimonio dejado por este hombre y una gran cantidad de hechos concretos que comprueban la heroicidad de sus virtudes. Enrique Shaw, tanto en su paso por la Marina, las empresas, como en su propia familia (padre de 9 hijos), se orientó siempre a servir, generosa e incansablemente, sustentado en una vida interior de profundidad mística que quedó registrada en sus numerosos diarios.

“Para juzgar a un obrero hay que amarlo”

Entre las varias anécdotas relatadas, se comentó sobre la ocasión en que Enrique Shaw, con un cáncer ya bastante avanzado, comunicó a los empleados de su empresa que sería operado. Al enterarse los trabajadores que sería necesaria la donación de sangre, en pocas horas ya había más de 260 trabajadores haciendo fila en una clínica de Buenos Aires, lo que causó una gran impresión entre los testigos. Al recuperarse de esa operación, lo primero que hizo Enrique Shaw fue ir a su planta para agradecer a los obreros con las siguientes palabras: "Puedo decirles que ahora casi toda la sangre que corre por mis venas es sangre obrera", dijo con orgullo. Y agregó: "Estoy así más identificado que nunca con ustedes, a quienes tuve y consideré siempre no como simples ejecutores, sino también como ejecutivos".

Ésta y muchísimas anécdotas más – como conocer el nombre y la familia de cada uno de sus trabajadores (3.500), evitar de forma efectiva los despidos en épocas de crisis, su manejo con los dirigentes sindicales, etc. - han logrado que el proceso de recopilación de hechos y antecedentes para su beatificación esté en las últimas etapas, faltando sólo acreditar el milagro de un hombre ecuatoriano que habiendo pedido la intercesión de Enrique Shaw, sanó milagrosamente de un cáncer tan avanzado, que desahuciado le habían pronosticado pocos días más de vida.

Descargar biografía completa de Enrique Shaw







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