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Arquidiósesis de México: La ley del senado no protege a los menores
La Niñez vivirá en riesgo si no es protegida por la familia, la burocracia debe defender la vida con justicia


Por: Antonio Gutiérrez Trejo | Fuente: www.yoinfluyo.com



Mientras para el Legislativo la vida sea relativa y la familia no se proteja desde el matrimonio, la niñez vivirá en grandes riesgos. “Hoy los niños necesitan ser acogidos y defendidos desde el seno materno, hoy no necesitan de más burocracia aletargante de la justicia”, aseguró la Arquidiócesis Primada de México.

De esta manera, la institución católica se refirió a la nueva Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes aprobada por el Senado de la República y que actualmente se encuentra en la Cámara de Diputados para su análisis y aprobación.

La Arquidiócesis de México sostuvo que la prevención de la violencia en la niñez requiere de acciones efectivas, pero también del fortalecimiento de instituciones que la cultura de la muerte se empecina en destruir.

Subrayó que en tanto no se defienda lo anterior, “lo demás será política pragmática y demagogia pura”.

Incluso, señaló que la propuesta legislativa del Ejecutivo Federal (enviada al Congreso como iniciativa preferente), “es una reacción a las omisiones del pasado, topando en límites peligrosos, cuestionando la viabilidad social en el futuro”.



Dictamen confirma política abortista

En el editorial de su semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis de México reveló que las políticas abortistas del dictamen se confirman en los artículos 50, fracción XI y 58, fracción VIII, ya que sostienen la educación sexual integral para ejercer “responsablemente” derechos sexuales y reproductivos de los niños y adolescentes, abriendo la puerta así a deleznables abortos legales para salvaguardar otros derechos. “A pesar de estas contradicciones, las reservas que intentaron modificar estos artículos fueron desechadas por el voto de 60 senadores”, criticó.

Asimismo, puntualizó que la lectura del proyecto infiere una tímida y casi nula participación de los padres de familia, diluyendo el concepto de matrimonio entre un hombre y una mujer como la mejor institución del derecho familiar capaz de prevenir cualquier forma de violencia.

Recalcó que a lo largo del dictamen, las figuras de padre y madre son sustituidas mañosamente por quienes “ejercen la patria potestad y la tutela”, además de que las instituciones de padres de familia tendrían una discreta intervención “con voz, pero sin voto” en la toma de decisiones.

A esto se suma, dijo, la maraña burocrática de autoridades federales, estatales y municipales conformantes del Sistema Nacional de Protección, lo que vendría a cuestionar la eficacia en la aplicación de la norma consumiendo más recursos presupuestales.



“México tiene una deuda enorme con la niñez y la adolescencia. Durante décadas se descuidó la protección de los más pequeños hasta ser testigos de las inauditas escenas de niños infligiendo dolor a otros, de ‘baby sicarios’ al servicio del crimen, víctimas de crueles maltratos, de lacerante pobreza y sin medios elementales para la vida digna”, argumentó en el texto.

La Arquidiócesis Primada de México lamentó que la situación se extiende a la educación que prescindió de las virtudes, creando lagunas cuando, entre niños y jóvenes, la violencia es práctica normal y la competencia, lo máximo en la vida.

Fue tajante al señalar que en el dictamen se advierten serios defectos. “Tan sólo un par de ejemplos. La propuesta defiende el derecho de los niños y adolescentes a la vida, supervivencia y desarrollo, pero omite la protección que todo ser humano debe tener desde el momento de la concepción”.

Por tal motivo, refirió que la esperanza cristiana impele a luchar para no habituarnos en el mal y afirmar a los niños como futuro y signo diagnóstico de nuestra salud social. “Hoy los niños necesitan ser acogidos y defendidos desde el seno materno, hoy no necesitan de más burocracia aletargante de la justicia”.

Para concluir, recordó el mensaje del Papa Francisco, cuando manifestó que hoy los niños son signo de vida para “entender el estado de una familia, de una sociedad, de todo el mundo”. (Homilía en la Plaza del Pesebre, Belén, 25 de mayo, 2014).







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