Catequesis en 3 minutos
Por: Charin Cartagena Escuela de la Fe, sede Caniada | Fuente: Tiempos de Fe, Anio 4, No. 23, Septiembre - Octubre 2002
¿Cuál es el éxito de una buena catequesis? Lo importante no es dar bien la información para llenar un tiempo o cumplir con lo programado. En cambio, es saber enseñar, llegar a los destinatarios y provocar un cambio en su vida personal.
¿Cómo lo voy hacer?
1. Conocer a los destinatarios
Es necesario conocer con quién voy a trabajar, edades, nivel socioeconómico, preparación, qué otros cursos ha tomado, expectativas, etc. Así podemos tener un panorama más amplio de cómo vamos a trabajar y adecuar nuestro lenguaje y presentarles más atractivo el maravilloso tesoro de la Fe.
2. Programar
Conocer bien lo que debemos hacer y qué recursos vamos a utilizar para llegar a nuestra meta. Así nos ahorraremos tiempo y esfuerzo. El programa es flexible podemos hacerle modificaciones para aprovechar de una manera más eficaz los recursos.
3. Planear mi clase
a) Conocer el tema a tratar.
b) Cuáles son mis objetivos (moral y doctrinal).
c) Buscar una motivación que despierte, la voluntad del destinatario y se decida hacer algo con su vida. Es importante conoce; las diferentes motivaciones que hay y seleccionar la más fructuosa.
d) ¿Qué dinámica utilizaré? Seleccionar la dinámica adecuada para esa clase, donde involucre a todos los participantes. "Poner en movimiento".
e) El contenido. Es el mensaje que transmitiremos, debe ser fiel a Dios y al hombre. Este debe ser un mensaje de alegría, que comunique el gran amor de Dios y les enseñe a responder igualmente con amor, mediante la imitación de Jesucristo.
4. Método
Conocer y seleccionar el método más adecuado a mis objetivos, cómo voy a llevar el mensaje a los destinatarios. RECORDANDO que método es: "un camino a seguir para llegar a un fin". También puedes utilizar algunos pasos o actividades de otros métodos para lograr tu fin. Puedes inventar tu propio método, siempre y cuando logres la meta señalada. El punto aquí es que llegues a cumplir con lo establecido, si no es así, CAMBIA DE MÉTODO.
5. Evaluar
Es importante que al finalizar tu clase hagas una evaluación para ver si lograste el objetivo y así poder hacer los ajustes necesarios y correcciones que nos garanticen el éxito del programa.
Por último, está lo más importante:
6. Tu ACTITUD al impartir el mensaje
Tienes que dar testimonio de autenticidad de vida que refleje tu amor, tu alegría, tu buen humor y tu humildad sincera que motive a tus alumnos a querer adherirse más Dios.