Si quieren vivir una experiencia jubilar, he aquí un recorrido, que se puede hacer en cuatro etapas:


1. En la iglesia parroquial, en el centro del pueblo

La iglesia actual conserva la pila bautismal en la que fue bautizada Bernardita el 9 de enero de 1844. Para el cristiano, una peregrinación es un medio de dar un nuevo dinamismo a su bautismo.


2. En el "calabozo", calle de los Petits-Fossés

Allí vivía la familia Soubirous en 1858. Vivía allí, porque estaba arruinada. Ahí se debe pensar en María que proclama en su Magnificat: "Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes". Se debe pensar en Jesús, el Hijo del hombre que "no tenía donde reclinar su cabeza". Se debe pensar en las Bienaventuranzas: "Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos".


3. En la Gruta

Entrará usted por la puerta San Miguel, al final del bulevar de la Gruta. La puerta ha sido engalanada para el año jubilar. Encontrará la información que necesita. Al entrar, verá la basílica enfrente de usted. Recorrer los doscientos metros de la explanada le da tiempo para prepararse. A la derecha de la basílica, pasará bajo los arcos. Bajo cada uno de los arcos hay una imagen de Jesucristo. Si le parece, haga una reverencia o bésela. La Gruta en sí misma es el lugar por excelencia del recogimiento, la oración y la confianza.


4. En el antiguo hospicio, actualmente hospital

En la capilla del hospicio hizo Bernardita la primera comunión, el 3 de junio de 1858, antes de la última aparición. El itinerario del jubileo no puede detenerse en la Gruta: María nos lleva siempre a Jesús. La cumbre de la vida cristiana, es la Eucaristía.

 

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