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Valor y Precio
No seamos necios y paguemos algo que no vale nada.


Por: María Luisa Martinez Robles. | Fuente: Catholic.Net



Hay una fábula que relata el encuentro entre un león y una  luciérnaga.El león quiere comérsela. La luciérnaga le pregunta porqué quiere devorarla, no es su tipo de alimentación y el león  le contesta que es porque brilla.

A veces en el trabajo y en la vida cotidiana nos encontramos con muchos “leones” que nos envidian y lo peor no es que envidian lo que tenemos sino a quién tenemos o cómo somos.

Mateo 6:24-34

24 »Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas.

 



La envidia, el afán de tener desmesuradamente,  sin fijarnos en que lo más importante es disfrutar y apreciar lo que tenemos pero sobre todo a “ quién” tenemos.

Envidiar lo que otros poseen no nos hará felices pues siempre habrá alguien más rico, más inteligente o mejor que yo. Antonio Machado decía “Todo  necio confunde valor y precio” No seamos necios y paguemos muy caro algo que no vale nada, simplemente para empatar a los demás.

Ahora muchos jóvenes se fijan en los famosos, actores, futbolistas, cantantes y no saben que ahí no reside la felicidad. Dar es más gratificante que recibir. Eso no quiere decir que no quieras mejorar, en tu trabajo, tener una casa, conocer otros países. Pero sin poner el corazón en ello, por encima de todo.  Nuestra prioridad es Dios y los demás.

Teresita González-Quevedo decía a la Virgen “Madre mía que quién me mire te vea” ese será nuestro lema, muy difícil pues imitar a María es ardua tarea, pero lo difícil se consigue, lo imposible se intenta.

 









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