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La responsabilidad del padre

Compartir en el hogar
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Compartir responsabilidades con la esposa en la formación y atención de los hijos es una muestra de amor


Por: Francisco Mario Morales | Fuente: Catholic.net




La responsabilidad del padre, no sólo es llevar el sustento a casa, que es muy importante, pero no única. La responsabilidad del padre también es el ejemplo, la congruencia y el respeto hacia la esposa. Colaborar en las labores del hogar como signo de cortesía y detalles de atención. Compartir responsabilidades con la esposa en la formación y atención de los hijos.

Dar tiempo de calidad a la esposa y a los hijos, convivencia sana, atención personalizada y sobre todo compartir la autoridad con la pareja. Es importante evitar hablar mal de ella con los hijos, porque eso le resta respeto a la mamá. No hables mal de tu compañera, porque eso la denigra, la desacredita, la ofende como persona y ser humano y los hijos aprenden a perder el respeto a la mujer.

Qué triste cuando los hijos son testigos mudos de la violencia verbal y física de sus padres. Cuando esto se vuelve rutina, los hijos comienzan a vivir y “creer” que eso “normal” en la vida de pareja. Y es ahí donde ellos toman la violencia, el odio, la agresividad y falta de respeto al ser humano y a la persona como un modo de vida, un paradigma. Y cuando lleguen a la mayoría de edad y decidan vivir su vida en pareja llevarán el mismo comportamiento, la misma actitud hacia él o hacia ella.

Actitudes de humillación, violencia, sometimiento indignante. “Los hijos tiene muy buenos ojos” y el ejemplo, las actitudes son la mejor formación o deformación  de los futuros esposos y futuros padres. Esa es la forma de hacer la cadena humana de violencia familiar y violencia social. Seres resentidos y desquiciados.  No hagamos de nuestros hijos personas que  pierdan la serenidad o la sensatez en sus acciones. Un niño no sabe odiar, no sabe agredir, no sabe ofender, no sabe ni entiende lo que es la guerra, todo eso lo aprende con el ejemplo...en el hogar, con su familia.

Lo peor de todo es cuando se llega a afirmar que vivir el mal, hacer daño, hacer del mal un modo de vida, creer que “Eso es la vida" De esa forma estamos sembrando odio,  resentimiento,  agresividad en el corazón de nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Ahí tendremos a los futuros delincuentes, agresores y hasta asesinos, que ven en la mujer o en algunos hombres, seres objeto



¡No dañemos más a nuestros niños (a), adolescentes y jóvenes con nuestro mal ejemplo. Si ya no queremos hacerlo por nosotros o porque estamos viviendo una relación de convivencia muy dañada, llena de morbo, masoquismo o simple costumbre o por temor a la soledad, hagámoslo por el bien de los hijos y de la sociedad del futuro, así como también de la familia. No destruyamos más a las futuras familias  

Violencia Familiar se refiere a la existencia de relaciones abusivas entre los miembros de una familia, de una manera crónica, permanente y periódica. Son relaciones agresivas en las que, por acción u omisión, se utiliza la fuerza y/o el poder para ocasionar daño físico, sexual, financiero y psicológico a otro miembro de la familia. Es un problema social, debido a sus repercusiones, afectando los ámbitos de la salud, la educación, la justicia y la moral; y asimismo se retro-alimenta en su tratamiento erróneo. (1)

Y un más mayor cuando de por medio existe la adicción al alcohol o a otro tipo de drogas por alguno de los padres o de ambos.

“Las equivocaciones más frecuentes de los papás en la formación de sus hijos”. (3)

1.Uso inadecuado de la autoridad: es cuando la autoridad sólo se concibe en los extremos: autoritarismo o permisividad, no hay punto medio. Tan dañina es una como la otra, el ambiente educativo en ambas no ayuda en lo absoluto a la formación de la persona, la primera por la posición rigurosa de los padres que da como respuesta unos hijos temerosos y solapados; y la segunda por exceso de libertad que se convierte en el efecto contrario (personas llenas de ataduras).



2.Incongruencia entre el decir y el actuar: es uno de los errores que más cometen los educadores sin tener conciencia de su alcance. Se refiere a las famosas amenazas que nunca se llevan a cabo, así como a las promesas que no logran ser cumplidas. Para una mejor ilustración, es cuando los papás aplican normas o sanciones que al final ellos mismos las ignoran, no las hacen cumplir o terminan cediendo. Esto indica que la autoridad es débil y puede quebrantarse fácilmente.

3. Disparidad en la autoridad: hace alusión a la situación donde la madre emite un mensaje y el padre otro, con regularidad desautorizándose entre ellos, lo que produce un laberinto donde el hijo no sabe en qué dirección marchar ni a qué salida llegar. La falta de unión de criterios educativos, entorpece la misión instructiva.

4. Concepto erróneo de la libertad: es la falsa creencia de que la libertad consiste en permitirle a los hijos hacer lo que quieran, donde quieran, como quieran y la hora que quieran, porque consideran que al establecer lineamientos están impidiendo el libre desarrollo de la personalidad. Muy diferente es educar en la libertad: permitir y promover en los hijos la toma de decisiones con base en distintas posibilidades, ayudándoles a distinguir lo que es beneficioso y lo que no.

5. Llenar vacíos con elementos materiales: es un fenómeno que se vive en muchas familias actuales, la falta de tiempo para estar con los hijos, se compensa con juguetes, computadoras, celulares… que tienen como fin satisfacer el cariño que los padres no les pueden conceder por sus ocupaciones laborales.

6. involucrar a los hijos en las diferencias, conflictos o problemas de pareja: esto daña a los hijos y ocasiona que se formen partidos, unos a favor de la mamá y otros a favor del papá y además los hijos se conviertan en jueces y se alejen del padre que supuestamente es el que comete todos los errores y justifiquen a que según ellos es la victima. Este punto es muy importante porque lesiona terriblemente a la familia (desintegración).

Las luchas de poder

Uno de los principios que los padres hemos de aplicar a diario para ser mejores padres es no involucrarnos en luchas de poder en las que normalmente nadie sale victorioso.
Una lucha de poder se produce cuando alguien cree que ha perdido autoridad y quiere recuperar la sensación de control.

Características de las luchas de poder entre padres:

La lucha de poder suele convertirse en una reacción, por ambas partes, de necesidad irracional de controlar al otro. Trae como consecuencia sentimientos negativos y es difícil llegar a soluciones satisfactorias para ambas partes.


Las luchas de poder pueden ser conflictos menores o acabar en malos tratos físicos. Se hacen habituales en las relaciones familiares y en casos extremos pueden producir abusos, depresión o serias disfunciones en el clima familiar.

Reynold Bean en "Cómo ser mejores padres" plantea las siguientes características:

Como nadie gana una lucha de poder, el objetivo es no perderla, lo cual hace que las partes enfrentadas sigan indefinidamente.
 
En una lucha de poder, ambas partes tienen la vaga sensación de estar realizando un esfuerzo inútil, pero se niegan a abandonar. Se desarrollan sentimientos muy negativos.


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(1)    Autor: Lucía Coronado y Fernanda García
(2)    Las luchas de poder
Por Mª. Ángeles Pérez Montero y Francisco Javier Rodríguez Laguia
(3)    Educación de los hijos: “Los errores mas comunes en la educación de los hijos” (La familia.info)

 



Artículo patrocinado.

Gracias a nuestro bienhechor Rafael Blanco Pantoja de México por su donativo, que hizo posible la publicación de este artículo

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