El retraso de la maternidad puede aumentar el riesgo de cáncer de pecho, según demuestra un estudio que acaba de ser publicado en la revista “British Journal of Cancer”, las mujeres que retrasan la maternidad en beneficio de sus carreras profesionales, tienen más posibilidades de desarrollar cáncer de pecho.

Los científicos también confirman que este tipo de cáncer es más común en aquellas mujeres que tuvieron su primer período a edad más temprana. Sin embargo, la pérdida natural de un bebé no influiría en ese aumento de riego.

Los investigadores dieron seguimiento a un total de 91.000 mujeres francesas de ente 40 y 65 años, durante un período de diez años, enviándoles detallados cuestionarios y revisando su estado de salud. Al final de la década, se había diagnosticado cáncer a 1.718 mujeres, y los investigadores compararon sus historiales con los de las que no lo habían desarrollado.

Estos resultados son importantes, ya que cada vez es mayor el número de mujeres que posterga su maternidad, y la menstruación aparece cada vez más anticipadamente. Ambos factores aumentarían las posibilidades de desarrollar cáncer de pecho.
Las mujeres que no tuvieron hijos o que fueron madres por primera vez después de los 30 años, desarrollaron cáncer antes de la menopausia en un 63% más (una de cada nueve) que las mujeres que lo tuvieron antes de los 22 años. Después de la menopausia, el riesgo adicional era menor: un 35%.
Asimismo, por cada año que se retrase la menstruación, el riesgo de desarrollar cáncer antes de la menopausia se reduce en un 7%.

Actualmente, la edad de inicio se ha reducido en dos años; incluso hay datos de chicas de 8 años que tienen su primer período.

Por otra parte, la pérdida natural de un bebé no parece estar asociada a un riesgo incrementado de cáncer de pecho ni antes ni después de la menopausia.

El dato más destacado del estudio es cuánto puede variar el riesgo de cáncer antes y después de la menopausia. La relación entre los factores reproductivos, la fluctuación hormonal y el riesgo de cáncer de pecho es muy compleja. Se prevé prolongar el estudio para ver la posible influencia de otros factores, como el efecto de los tratamientos hormonales, el estilo de vida o la dieta.