Menu


Nos hemos acostumbrado
El trabajo nos cansa, nos agobia ¿Estamos mejor si nos falta?


Por: Maria Luisa Martínez Robles | Fuente: Catholic.net



El argumento de la película que vi ayer, me hizo pensar. Había un apagón mundial, no había electricidad y era imposible restablecer la energía eléctrica. No funcionaban los teléfonos, ni los aviones, volvieron las velas y los carruajes.

En otra ocasión leí un libro que contaba la historia de un hombre que súbitamente se queda ciego. Su ceguera es contagiosa  y se va extendiendo. No funcionaban las fábricas, ni los coches porque nadie veía para utilizar lo que tenían a su alcance.

Más allá de las imágenes o de las palabras, he pensado que está ficción, si se convirtiese en realidad, sería terrible. Cambiaría por completo nuestra vida. Es cierto que no apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos.

Nos quejamos de la responsabilidad de tener hijos, de las dificultades que tenemos que superar para educarles. ¿ Y cuando les vemos crecer sanos, alcanzar sus anhelos y tener sus propios hijos? Es gratificante, no hay nada igual.

El trabajo nos cansa, nos agobia ¿Estamos mejor si nos falta?

El vida en pareja , la convivencia,  a veces es complicada. También es reconfortante tener a alguien a tu lado, compartir vivencias, estar acompañado.

Nos hemos acostumbrado a tener de todo, a la comodidad y a tener más de lo necesario.
Eduquemos a nuestros hijos en el esfuerzo, en la constancia. Podemos enseñarles a ser resilentes, es decir a recuperarse ante la adversidad, desarrollando y experimentando unos recursos que no conocían, que estaban latentes y que les permitan alcanzar sus objetivos. Ya sabemos que el mejor maestro es el ejemplo. Difícilmente enseñaremos a vencer sus frustraciones si nosotros no lo hacemos.

Si tenemos paciencia, todo será más fácil. Aprender a esperar es indispensable. La inmediatez nos acostumbra a ser impacientes. El bambú tarde en crecer porque emplea mucho tiempo en fortalecer sus raíces y así cuando crece, alcanza muchos metros.

Hay personas que tienen un problema para cada solución. No les irá bien en la vida.  Demos gracias a Dios por todo lo que tenemos que es mucho.

Tenemos salud, alimentos, un hogar, personas que nos quieren. Somos privilegiados.
Jesús nos dijo: “ Pedid y se os dará, buscad y hallaréis” Hagamos lo que nos dice, pero no olvidemos de darle las gracias por todo  lo que  tenemos.







Compartir en Google+




Reportar anuncio inapropiado |