¿Cómo son los caminos del Señor? Para nosotros incomprensibles, contradictorios y muy cuestionantes. Las dos lecturas de este día resaltan que ahí donde parece todo perdido, donde se han cerrado los caminos humanos, se abre la esperanza y la acción de Dios.

La ancianidad y la esterilidad de los padres de Sansón y de Juan el Bautista son obstáculos que los llenan de tristeza y de pesimismo frente a un futuro mejor, pero los planes de Dios van mucho más allá de las limitaciones humanas y superan lo imposible mediante la realización de sus promesas. Para San Lucas la aparición de los ángeles es un signo de que las antiguas barreras entre el cielo y la tierra han caído, o al menos están por caer. Ha llegado la hora de la manifestación del cielo en medio de los hombres.

Es verdad, son narraciones que están llenas de símbolos y nos remontan a las historias de los nacimientos de muchos de los reyes y príncipes orientales, pero es la forma de hacernos entender que algo nuevo está por suceder, precisamente ahí donde todo parece perdido. Contrastantes la actitud de Zacarías con el anuncio del ángel del Señor: por una parte ,el ángel está anunciando que se hace realidad lo imposible y que va más allá de las expectativas personales; que además de la alegría que le proporcionará a sus padres, su mensaje tendrá un sentido universal de preparación de todo el pueblo para la llegada del Señor.

Por otra parte, está la incredulidad de Zacarías, inseguro y cuestionante, que termina mudo frente a la realización del prodigio. Adviento es el reconocimiento de que más allá de nuestra debilidad y nuestra pequeñez, está el poder del Señor para hacer fructificar nuestros pobres esfuerzos. Son los caminos del Señor que por senderos oscuros nos llevan a la plena salvación. En este día abramos nuestro corazón a la Palabra del Señor, recibámosla con fe y dejemos actuar al Señor en nuestras vidas.