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El antídoto para la i-generation
Hay que crear comunidades de apóstoles llenas de entusiasmo.


Por: P. José R. Valencia, LC | Fuente: Catholic.net



La generación nacida desde 1995 conforma los igeners (Twenge, 2017). Ellos han vuelto a sorprendernos con comportamientos nuevos y diferentes a los de los millenials. Como expuse en los artículos pasados ellos son como un collage, cuyas fotos nos hablan de gran potencialidad, saturación, superficialidad, relativismo, sensitivización, hedonismo, falta de identidad, personalidades fragmentadas, materialismo, colonización ideológica, inmadurez e individualismo… ¡Uff! ¿Y entonces qué hacemos?

¡Hay que darles a Cristo! Hay que darles raíces como concluye el Papa después del sínodo sobre los jóvenes (Papa Francisco, 2019). Sólo Cristo responde a todos los interrogantes más profundos del ser humano (John Paul II, 1993). Sólo Cristo puede unificar una personalidad tan diversificada.

Ofrecer modelos, testigos.

Los millenials (el nombre “Mi”-llenials describe bien la búsqueda del yo- “mi”) buscaban aplausos, fans, porristas para el ego que a todos nos atrae consentir. Los igeners sin embargo necesitan más un papá-couch que esté siempre ahí. Diversos autores de nuestro tiempo (Eldredge, 2009; Kelly, 2010; Olmsted, 2015), han señalado la ausencia de padre que experimentan nuestros jóvenes. Ya sea una ausencia física o afectiva. Ellos necesitan un padre cuando éste ha faltado, no ha tenido el tiempo necesario o la preparación requerida. Ahí es cuando aparece la necesidad de la figura del tercer formador que puede ser un sacerdote, consagrado o un formador RC.

Es muy importante que este formador sea testigo y no sólo maestro, como afirmó S. Pablo VI (1975). El formador debe buscar ser lo más coherente posible. Ser testimonio de lucha. Vivir lo que predica, ser modelo de esas virtudes que inspiran y forman a los jóvenes. Estar dispuesto como el buen pastor a dar la vida por las ovejas (Jn 10, 15). Los igeners prefieren que haya retroalimentación corta pero frecuente a las largas entrevistas de análisis, quieren que les den seguridad, encontrar alguien que les impulsa a ser mejores (Twenge, 2017). Necesitan alguien que les ayude en cosas tan obvias como recomendarles dormir más horas, pasar más tiempo en actividades a la luz del sol y comer cosas más sanas. Y agradecerán un formador que también vaya más allá, que les impulse a ser plenamente felices, a ser la mejor versión posible de sí mismos (Kelly, 2010), a ser santos. Todo un camino de formación y acompañamiento que espero delinear en mi próximo libro.



Fortalecer identidad

En los artículos pasados hablé de la confusión de identidad que experimentan estos jóvenes. La desilusión, los cambios y la frustración que viven les complica la vida. Es recomendable ayudarlos a reflexionar más en si mismos, a conocerse mejor, a ir desarrollando un pensamiento más linear que contrarreste el procesamiento paralelo nutrido por el uso de las tecnologías de la información (Maltby, Day, & Macaskill, 2017). La práctica constante de momentos de oración no sólo conlleva un encuentro profundo con un padre, sino que fortalece una sana introspección. Mirarse no en un espejo, sino más bien reflejarse en los ojos llenos de misericordia del padre. También necesitan suplir las carencias de lectura profunda que han provocado las redes sociales. Todo esto contribuirá a que también desarrollen un pensamiento más linear, ordenado y maduro. Un pensamiento que vaya desarrollando una capacidad crítica que sepa recibir información para detectar el conocimiento. Entender la esencia del mismo y forjar sabiduría (Sweet, Blythe, & Carpenter, 2019). Necesitamos que estos jóvenes llenos de potencial sean protagonistas en vez de víctimas pasivas. Hay que despertarlos de su consumismo pasivo para que se conviertan en líderes de pensamiento, de oración, de reflexión. Esto fortalecerá su identidad y liberará su potencial.

Experiencias

Los jóvenes quieren experimentar al máximo. Necesitamos recordarles que eso no se dará a través de una pantalla. Hay que lanzarlos a socializar más cara a cara, a experimentar el cansancio y la satisfacción de un trabajo duro, la conquista de uno mismo a través del ejercicio físico, a buscar experiencias nuevas. Kolb desarrolló un modelo de enseñanza experiencial que busca enseñar a ser y no sólo a saber (Maltby et al., 2017). Te recomiendo consultar su modelo en el cual fomenta que toda información vaya acompañada de una experiencia, de una reflexión y de una aplicación de vida. Con los igeners no bastarán las experiencias, tendemos que enseñar con pasión, captar su atención, intrigar, ser visuales y originales (Chun et al., 2017). ¡Todo un reto ganarles a las pantallas!

Dar sentido



Los igeners no dejan de ser humanos y de tener las preguntas existenciales que a todos nos han cautivado: el mal, el sufrimiento, el amor, la amistad, la muerte, etc. Los seguidores de Freud creían que el ser humano se mueve principalmente por placer, los seguidores de Nietzsche dirán que, por poder, pero el Dr. Frankl encuentra algo más sensato. El ser humano se mueve por razones, por la búsqueda de un sentido profundo (Frankl, 1983). En los momentos más difíciles ni el placer, ni el poder tienen la última palabra. Es el sentido que brinda nuestra capacidad de amar, lo que impulsa al hombre a lo imposible. Seamos sembradores de sentido, de esperanza en esta nueva generación (Sweet et al., 2019). No queramos imponer una moral sin antes acercarlos al encuentro con el Amor, con la persona de Jesucristo (Francisco, 2013). Ahí encontrarán un lugar seguro, una familia, una escuela de oración, un desafío evangelizador. Ayudemos a crear experiencias de Iglesia, a crear comunidades de apóstoles llenas de entusiasmo y de sentido para cambiar este mundo.

“Él toma nuestros triunfos y fracasos y teje hermosos tapices que están llenos de ironía. El reverso del tejido puede parecer desordenado con sus hilos enredados –los acontecimientos de nuestra vida– y tal vez sea ese lado con el que nos obsesionamos cuando tenemos dudas. Sin embargo, el lado bueno del tapiz muestra una historia magnífica, y ese es el lado que ve Dios (Papa Francisco, 2019, n. 198).

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Referencias

Chun, C., Fujihara, S., Gerschenson, M., Burns, J. A., Kennedy, A., Koanui, B., & Stearns, J. (2017). Teaching Generation Z at the University of Hawai’i. Retrieved from www.iafor.org

Eldredge, J. (2009). Fathered by God?: [learning what your dad could never teach you]. Thomas Nelson.

Francisco. (2013). Gaudete et exsultate: Apostolic Exhortation on the call to holiness in today’s world. Retrieved October 10, 2018, from http://w2.vatican.va/content/francesco/en/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20180319_gaudete-et-exsultate.html

Frankl, V. E. (1983). The will to meaning?: foundations and applications of logotherapy. Huber, Berna: Herder.

John Paul II. (1993, August 6). Veritatis Splendor. Retrieved May 28, 2020, from http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/en/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_06081993_veritatis-splendor.html

Kelly, M. (2010). Rediscover Catholicism: a spiritual guide to living with passion & purpose. Beacon Publishing. Retrieved from http://lccn.loc.gov/2011277310

Maltby, J., Day, L., & Macaskill, A. (2017). Personality, individual differences and intelligence (4th ed.). Harlow, United Kingdom: Pearson Education Limited.

Olmsted, T. J. (2015). INTO THE BREACH An Apostolic Exhortation to Catholic Men, my Spiritual Sons in the Diocese of Phoenix. Retrieved from https://intothebreach.org/wp-content/uploads/2015/10/INTO-THE-BREACH-ROMAN-CATHOLIC-DIOCESE-OF-PHOENIX.pdf

Pablo VI. (1975, December 8). Evangelii nuntiandi. Retrieved June 6, 2020, from http://www.vatican.va/content/paul-vi/es/apost_exhortations/documents/hf_p-vi_exh_19751208_evangelii-nuntiandi.html

Papa Francisco. (2019). Christus vivit: Post-Synodal Exhortation to Young People and to the entire People of God. Retrieved June 12, 2019, from http://w2.vatican.va/content/francesco/en/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20190325_christus-vivit.html

Sweet, C., Blythe, H., & Carpenter, R. (2019). Creating an iGen Pedagogy. The National Teaching & Learning Forum, 28(6), 1–4. https://doi.org/10.1002/ntlf.30212

Twenge, J. M. (2017). IGen?: why today’s super-connected kids are growing up less rebellious, more tolerant, less happy– and completely unprepared for adulthood (and what this means for the rest of us). New York, NY: ATRIA Books.







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