Menu


El inicio de un nuevo ciclo de vida
Yo, ¿hacia dónde quiero ir este año? ¿A quién voy a hacer el bien?


Por: Bertha Leonor Galindo Gálvez | Fuente: Semanario Alégrate



Un ciclo es un lapso de tiempo que, acabado, se vuelve a contar de nuevo según el diccionario de la real academia española.

El inicio de este 2023 marca una nueva etapa en nuestra existencia, en donde tiene cabida todo lo nuevo y todo lo bueno. Comienza un nuevo ciclo de vida. Se acaban las restricciones que inmovilizaron y frustraron el 2022. Ahora es el momento apropiado para tomar las decisiones importantes que afectarán nuestro futuro, mediato e inmediato.

Es también una oportunidad para decidir por nosotros mismos actuar de forma distinta a lo acostumbrado. Este periodo implica la posibilidad de que se presenten oportunidades inéditas. Debemos abrir nuestra mente al futuro y en las palabras del Santo Padre durante la primera misa de éste año en el Vaticano, invocar el don de la esperanza a la Virgen María, Madre de Dios, con confianza, porque “Dios no nos ama de palabra, sino de hechos”. Es necesario disponernos al cambio. Levantar el ánimo y con valentía mirar lo que ya pasó, para poder olvidar experiencias y ataduras dañinas así como pensamientos negativos y poner punto final a estas situaciones evaluando las enseñanzas que nos quedaron. Debemos desarrollar la capacidad de dejar ir todo aquello no necesario de una manera consciente.

Las emociones y los estados de ánimo están estrechamente relacionados y es necesario que los reconstruyamos a partir de actos de conciencia, voluntad y responsabilidad. Dependerá de nosotros mismos revisar las interpretaciones que hacemos de los acontecimientos que nos suceden para ver las cosas desde otro lugar. Pensar siempre lo mismo hace imposible cualquier cambio.

El Papa Francisco reconoce que: “nosotros, al inicio de este año, necesitamos esperanza, como la tierra necesita la lluvia. El año que se abre bajo el signo de la Madre de Dios y nuestra, nos dice que la llave de la esperanza es María, y la antífona de la esperanza es la invocación Santa Madre de Dios”. Así mismo nos invita a rezar por la paz. Finalmente también nos alienta a imitar a los pastores, ya que ante las cosas importantes es necesario reaccionar con prontitud, no posponerlas. Al comienzo del año, en lugar de sentarnos a pensar y a esperar que las cosas cambien, nos vendría bien preguntarnos: Yo, ¿hacia dónde quiero ir este año? ¿A quién voy a hacer el bien?









Compartir en Google+




Consultorios
Reportar anuncio inapropiado |