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¿Cómo emprender el éxito personal y social?
El camino será agradable, enriquecedor, constructivo y ameno.


Por: Adriana L. Franco Sampayo | Fuente: Semanario Alégrate



Nosotros los seres humanos debemos aprender a escucharnos y descubrir cuales son nuestras necesidades y deseos particulares, los que nos ayuden a ser mejores personas.

Las circunstancias y los hechos nos van dando elementos para poder conocernos a nosotros mismos, estar así en contacto con nuestros deseos, sueños y anhelos. Conocerse es un trabajo que cada persona debe estar dispuesta a emprender..

Si preguntamos a nuestro alrededor por la definición de éxito, nos encontraremos con el hecho de que, por cada persona, existe una idea, en mayor o menor grado cercana a otra, de lo que significa alcanzar el éxito en la vida. El éxito abarca la realización personal en diferentes ámbitos de lo humano; bien sea en lo espiritual, en lo familiar o en lo social.

En este sentido, el éxito puede convertirse en algo que no solamente impulse a un ser humano en sus logros personales, sino también que es posible que el éxito de una persona particular “empuje” hacia el éxito a otra persona que en su día a día lo rodean.

El éxito, más que convertirse en algo de carácter personal, debe volcarse hacia algo colectivo y social, de tal manera que la sociedad actual logre salir del individualismo para crear un tejido social, donde las metas de todos puedan llegar a realizarse. El carácter individualista se constituye precisamente en base en las tendencias modernas de nuestra época actual, que, lejos de enriquecer la vida de las personas, las hace abandonar los sueños más profundos y humanos, poniéndoles espejismos prometedores de felicidad, basados en la adquisición compulsiva de objetos y de valor monetario.



Como seres humanos que día a día nos relacionamos y necesitamos uno del otro para alcanzar las metas propuestas por pequeñas que sean. Muchos seres humanos piensan que la realización personal se basa en salir adelante como sea, pasando por encima del que se tenga que pasar para lograr lo que se pretende, y en muchas ocasiones, atropellando o agrediendo de alguna forma a quienes se encuentran alrededor. Pero esto no es realizarse personalmente. Lo que hacen esas personas es labrarse un camino egoísta. En este sentido, una persona es capaz de pensar en los límites que tiene como ser humano con cualidades, capacidades y defectos.

Por esta razón, para poder lograr lo que nos propongamos, tenemos que estar rodeados de personas que nos ayuden, nos orienten y nos brinden sus conocimientos, habilidades para complementar las propias; formando al final un anclaje con nosotros para llegar a funcionar en conjunto logrando las metas propuestas. El camino será agradable, enriquecedor, constructivo y ameno.







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