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Autor: | Editorial:



Ambición, codicia, avaricia
Desapego y pobreza de espíritu. La generosidad.

1. La concupiscencia de los ojos da origen a la codicia o avaricia. También se habla de ambición. Estas expresiones se usan como sinónimos pero hay matices en el significado de estas palabras que conviene conocer para usarlas correctamente:


2. 1) La ambición es el deseo vehemente de obtener bienes materiales, o de gloria o fama. En sí no es mala, si no se desordena (pero eso - como advierte el evangelio - sucede fácilmente.)


3. La ambición es la pasión dominante del alma femenina. Y es en la mujer donde más se desordena, dando lugar a la avaricia, a la codicia y a todos los vicios y pecados que de allí derivan. (Así lo afirma en su libro: Corbacho (= latiguillo) el Arcipreste de Talavera Enrique Martínez de Toledo, quien a su vez reconoce que la pasión dominante del varón es la lujuria.)

2) La avaricia o codicia es el deseo desordenado de adquirir y de conservar bienes materiales y se refiere especialmente al deseo del dinero. La virtud que se le opone es el desapego de los bienes, que se llama también austeridad. La austeridad cristiana se llama pobreza de espíritu. La enseña Jesús con su ejemplo y doctrina.


4. San Pablo asocia a menudo la avaricia o codicia con la lujuria, como pecados provenientes de la idolatría:
"... mortificad vuestros miembros terrenos: fornicación, impureza, pasiones, malos deseos y la avaricia, que es una idolatría" (Colosenses 3,5). "La fornicación, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencione entre vosotros, como conviene a santos. Lo mismo que las groserías, las necedades o las chocarrerías, cosas que no están bien; sino más bien, acciones de gracias. Porque tened entendido que ningún fornicario o impuro o codicioso - que es ser idólatra - participará en la herencia del Reino de Cristo y de Dios" (Efesios 5,6).


5. Jesús pone en guardia contra la avaricia: "Cualquiera de vosotros que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo" (Lucas 14,33). "Ningún criado puede servir a dos señores...no podéis servir a Dios y al dinero. Estaban oyendo todas estas cosas los fariseos, que amaban las riquezas, y se burlaban de él" (Lucas 16,13-14).


6. 3) La codicia, cuando es deseo desordenado de los bienes ajenos, la prohíbe el décimo mandamiento: "no codiciarás nada que sea de tu prójimo" (Éxodo 20,17); "no desearás... su casa ni su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno, nada que sea de tu prójimo" (Deuteronomio 5,21). El décimo mandamiento se refiere a la intención del corazón.


7. La avaricia y la codicia de los bienes ajenos son madre de muchos pecados: robo, rapiña, fraude, dolo en los negocios, falsificación de moneda, de pesos y medidas, adulteración de mercaderías, acaparamiento, sobornos, coimas o comisiones, estafas, venta de drogas, juegos de azar. También es causa de la retención del salario o de la injusticia en la retribución por el trabajo ajeno, que - como vimos - es uno de los pecados que claman al cielo. Todos estos pecados los prohíbe el séptimo mandamiento: no robar. San Ignacio, en la meditación de Dos Banderas de sus Ejercicios Espirituales, enseña que Lucifer da instrucciones a los demonios Aque primero hayan de tentar de codicia de riquezas, para que más fácilmente vengan a caer en vano honor del mundo y de allí a todos los demás vicios (EE 139-142)


8. La codicia engendra también las violencias e injusticias que prohíbe el quinto mandamiento: no matar. Recuérdese por ejemplo la historia de la viña de Nabot: 11 Reyes 21,1-29 y 22,29-38.


Avaricia, lujuria e idolatría

9. Vimos que Jesús y San Pablo afirman que la codicia es una idolatría. El Catecismo dice: "La codicia tiene su origen, como la fornicación, en la idolatría, condenada en los tres primeros mandamientos de la ley" (CIC 2534).


10. Leemos en el Libro de la Sabiduría: "El invento de los ídolos fue el comienzo de la fornicación; el descubrimiento de los ídolos fue la corrupción de la vida. No los hubo al principio ni siempre existirán. La vanidad de los hombres los trajo al mundo. Está decretada por eso su desaparición fulminante" (Sab 14,12-14).


11. Ser infiel a Dios yéndose tras los ídolos, lo ve la Escritura como un adulterio. Por eso la idolatría en la Escritura se llama fornicación. A esto contribuyó el hecho de que los cultos paganos de Canaán practicaban la prostitución en sus templos.


Los ídolos modernos

12. El culto de los ídolos, fuente de todos los pecados, persiste en nuestra sociedad. No debe engañarnos el cambio de su apariencia. Hay ídolos del deporte, ídolos del cine, ídolos de la canción, ídolos de la música, ídolos del baile, ídolos de la política. Las técnicas mediáticas de la imagen no dejan de construir y de vender imágenes ante las cuales quedan cautivados los hombres. A esas imágenes les rinden culto. Son imágenes en las que se refleja lo que el hombre aspira a ser. Imágenes del hombre, pero divinizadas. Porque el hombre mismo se ha divinizado. En su entusiasmo las declaran "divinas" y "adorables".


13. La gente de la civilización del consumo gasta su dinero en el culto de esos ídolos vacíos. Y como esas imágenes son ilusorias y nunca satisfacen el deseo más íntimo de los corazones, siempre se necesita más dinero para gastar en el culto de esas imágenes adoradas.


14. El error del espíritu que es la idolatría, provoca el extravío de las conductas y la disolución de las costumbres. Así lo afirma San Pablo:
"Jactándose de sabios, se volvieron estúpidos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso Dios los entregó a los apetitos de su corazón...y a pasiones infames... y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, los entregó Dios a su mente réproba para que hicieran lo que no conviene: llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeldes a sus padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados... los cuales no sólo cometen estas cosas sino que aprueban a los que las cometen" (Romanos 1,24-32).


15. "Os digo y os conjuro en el Señor, que no viváis ya como viven los paganos, según la vaciedad de su mente, sumergido su pensamiento en las tinieblas y excluídos de la vida de Dios por la ignorancia que hay en ellos, por la dureza de su corazón, los cuales habiendo perdido el sentido moral, se entregaron al libertinaje, hasta practicar con desenfreno toda clase de impurezas" (Efesios 4,17-19).


16. Todos los pecados proceden, pues, de la falta de conocimiento y de amor al verdadero Dios: de la falta de fe y de caridad. Pero la codicia de manera particular. Lo cual es lógico, porque si no hay otra vida y esto es todo, entonces el hombre es insaciable consumidor de los bienes terrenos. Y así como explota la tierra sin amarla, por amor a sí mismo, incurriendo en la avaricia, así también, tiene la misma actitud ante la mujer, incurriendo en lujuria. Así se comprende lo que la Escritura dice: que, en el fondo, idolatría, fornicación y avaricia son una misma cosa.


La civilización del consumo

17. La civilización del consumo en la que vivimos, fomenta por todos los medios de la propaganda la concupiscencia de los ojos y la soberbia de esta vida. No basta el dinero del mundo para comprar y tirar y volver a comprar todo lo que se nos ofrece en los supermercados y los Shoppings. Así se fomenta la codicia, la avaricia, y el deseo del dinero, que promete obtener todas las cosas apetecidas.


18. La manipulación psicológica impulsa a la avaricia proponiendo símbolos del prestigio y del poder. Las revistas se encargan de hacer desear esos símbolos: el auto, la tarjeta de crédito elegante (la que usan los ricos), los interiores domésticos suntuosos por los muebles, tapices, lámparas, las modas del vestir, calzar, vestir, divertirse y vacacionar (Punta).


19. Hay todo un lenguaje manipulador, propio de la figuración (lo cheto, la última onda) o del menosprecio (el quemo), que premia la comunión con esos ideales o castiga el no compartirlos.


20. El crédito y las tarjetas de crédito son un instrumento de la civilización del consumo. Precipitan en la ruina a muchos avarientos incautos y -lo que es peor- a sus familias junto con ellos. Pocos son los que logran la necesaria autodisciplina para usar prudentemente las compras a plazo y las tarjetas. (Además: esos instrumentos de crédito los paga el propio cliente de su bolsillo y le encarecen la vida).


21. Otro instrumento de fomento de la avaricia son los préstamos. Las cajas de préstamo son a menudo verdaderas trampas, donde los incautos ambiciosos se empeñan y terminan perdiendo sus pocas propiedades. Estos instrumentos suelen manejarlos mejor los ricos, porque tienen una cierta cultura de la administración, pero son generalmente ruinosos para los impreparados de clases bajas.


22. Cuando el avaro se ve ahogado por las deudas suele hacerse o cobarde o cruel. Algunos se quitan la vida cuando se ven abochornados por la ruina. Otros, acorralados por los acreedores, se precipitan en la incierta aventura del juego de azar. Otros se deslizan a estafar a amigos y parientes que de buena fe les han salido de garantía. Otros exigen sin piedad la liquidación de los bienes de herencia, aunque puedan perjudicar gravemente a parientes débiles o necesitados (poner en la calle a las tías viejas que viven en la casa paterna).


23. La avaricia engendra también el vicio del juego. Hay quienes gastan un porcentaje exagerado de sus ingresos en juegos de azar: loterías, quinielas, lotos, cartas, dados, ruletas. El jugador es víctima de una obsesión por el juego. Su mente está permanente o predominantemente ocupada en imaginar números, jugadas, revanchas. Eso ocupa su corazón y no da lugar al amor a Dios ni a la misericordia con el prójimo. Llega hasta el punto de dilapidar bienes ajenos, arruinar a su propia familia y, a veces, a causa de esta ruina, llega al suicidio o es acorralado por los matones de los usureros.


24. Hay que proponer la quiniela de Dios o sea la limosna, como una salida de fe al vicio del juego que puede ayudar cuando el vicio no ha adquirido dimensiones patológicas. La limosna es un juego de fe que apuesta a la Providencia, a la vez que renuncia al deseo de las ganancias.


25. La experiencia de los santos que confiaron en la Providencia para llevar adelante las obras de Dios, muestra que Dios no se complace en ayudar a través del juego, sino de almas caritativas que dan limosna. La Sierva de Dios Camila Rolón reprendió, cierta vez, a los que querían organizar un juego de azar a beneficio de uno de sus asilos. Ella le decía, en cambio, a sus religiosas: "salid a pedir limosna y veréis maravillas."


La pobreza de espíritu

26. Las virtudes que se oponen a la avaricia, son el desapego de los bienes y la austeridad. Estas virtudes pertenecen a la virtud de la templanza. La austeridad y el desapego liberan interiormente de la esclavitud de los deseos frente a los bienes de este mundo. También se oponen a la avaricia la generosidad y la beneficencia, que se manifiestan por ejemplo en la limosna.


27. La austeridad cristiana es la pobreza de espíritu. El maestro de la pobreza es Jesús: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón" y hallaréis descanso para vuestras almas (Mateo 11,29). "Tened los mismos sentimientos que Cristo Jesús, el cual siendo de condición divina, no retuvo avaramente ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de esclavo" (Filipenses 2,6).


28. Jesús enseña: "Bienaventurados los pobres de espíritu" (Mateo 5,3). "Nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o bienes por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno" (Marcos 10,29-30).


29. Jesús nos enseña, con su ejemplo y no sólo con palabras, el desapego que es la actitud contraria a la avaricia. Su desapego es tan radical y profundo que es también desapego de sí mismo y de la gloria que tiene junto al Padre. Pero este desapego sólo se explica por un grande amor: no su gloria, sino la "gloria de Dios Padre" (Filipenses 2,11).


30. Ejercicios

  • Encierre en un círculo lo que corresponde y después tache lo que no corresponde en la frase que sigue:
    La ambición es mala: siempre - nunca - a veces (si es desordenada).

  • Complete la palabra que falta en las frases siguientes:

    A) El deseo de los bienes ajenos se llama:....................................................

    B) El deseo desordenado de adquirir o conservar bienes materiales se llama:................................................................................................

    C) La virtud opuesta a la avaricia se llama:................................................ consiste en el .......... de los bienes materiales y es parte de la virtud
    cardinal de la:........................

    D) La austeridad cristiana que Jesús nos enseña con su ejemplo y con su doctrina se llama:............................................................................

  • Dice San Pablo que la avaricia es como una................................................

  • Encierre en un círculo los mandamientos contra los que nos hace pecar la avaricia: 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

  • ¿Cuáles son los ídolos modernos? Nombre por lo menos tres:

  • Nombre pecados hijos de la avaricia:


    APÉNDICES

    Ejemplos: Con tanto dinero... (qué vidas y qué muertes!)

    Narcolavado

    (Noticia aparecida en el diario El Territorio (Posadas) del Domingo 5 de diciembre 1999, p. 36)

    El líder del cártel mexicano de Juárez, Amado Carrillo Fuentes, uno de los narcotraficantes más poderosos de la actualidad, realizó inversiones en la Argentina a partir de 1996 y estuvo relacionado con la financiera local Mercado Abierto, cuyo dueño está siendo investigado por la Justicia por presunto lavado de dinero del narcotráfico [...] el cártel de Juárez ingresó al país 25 millones de dólares a través de empresarios argentinos que actuaron como testaferros.

    Muerto el rey...

    Respecto del ingreso del líder narco Carrillo Fuentes a la Argentina, las fuentes informaron que entró con un "pasaporte falso" y que cuando llegó Atenía en México una orden de captura librada por crimen organizado, delitos de narcotráfico, acopio de armas de guerra entre otros delitos.

    Luego de su viaje por Argentina, Carrillo Fuentes se trasladó a Chile en febrero de 1997, se escapó a Cuba antes de ser localizado, finalmente llegó a México y murió en el postoperatorio tras haber realizado una cirugía plástica para cambiar totalmente su fisonomía por liposucción con el objetivo de no ser reconocido. Tras la muerte de Carrillo Fuentes, las operaciones de lavado de dinero hacia la Argentina disminuyeron notablemente debido a peleas internas entre sus lugartenientes agregaron los investigadores.

    No obstante hay quienes no creen que Carrillo Fuentes haya muerto y sostienen que el cadáver que apareció con el rostro desfigurado, pertenece a otra persona


    Investigan asesinato de un banquero millonario

    (Noticias tomadas del diario Crónica, Domingo 5 de diciembre 1999, pág. 26)

    Misterio La muerte de Edmond Safra sigue siendo una incógnita. Siempre estaba rodeado de guardaespaldas pero esa noche no había nadie.

    MÓNACO (AFO) 5 Dic. El testimonio del enfermero del banquero de origen libano-brasileño Edmond Safra, de 67 años, encontrado muerto en su apartamento de Mónaco destruido por un incendio de origen criminal, intriga a los policías encargados de la investigación que consideran posibles cómplices.

    Todo se basa en el testimonio de un enfermero, comentó el fiscal general del principado Daniel Serdet. La posibilidad de un arreglo de cuentas fue evocado en los medios financieros de Londres recordando que Safra "sabía que estaba amenazado desde hacía tiempo". Algunos incluso aluden a una operación de la mafia rusa.

    El hombre, cuya identidad no fue revelada, resultó herido en el vientre y en el muslo por arma blanca. Sería de nacionalidad estadounidense y trabajaba desde hacía cinco meses para el banquero que padecía la enfermedad de Parkinson. Los cadáveres de Safra y de su enfermera, Viviane Torrent, fueron descubiertos en una sala de baño y sus autopsias confirmaron la muerte por asfixia.


    El enfermero de Safra confesó ser el autordel incendio

    (Tomado de El Territorio (Posadas) 7 de diciembre 1999, pág. 32)

    Obsesionado con la idea de que pretendían asesinarle, el banquero había hecho de su apartamento, de 1.000 metros cuadrados y situado frente al mar, una verdadera fortaleza protegida por numerosas medidas de seguridad.

    Ted Maher, aseguró que su intención no era atentar contra la vida del banquero, sino contra un colega. En mayo pasado, Safra vendió al banco británico HSBC gran parte de sus acciones en el Republic Bank of New York por 10.300 Millones de dólares, transacción que debía concluirse en enero próximo. El banquero que no tenía hijos, no había designado heredero para su gran fortuna, que según la revista Forbes, está entre las mayores del mundo.


    París (EFE). La investigación sobre la muerte del multimillonario banquero Edmond Safra, que había amasado una de las mayores fortunas del mundo, fallecido el Viernes en Mónaco, dio ayer un nuevo giro con la confesión de su enfermero, el ex militar estadounidense Ted Maher, que ayer ha sido procesado y encarcelado por incendio provocado.

    Según el fiscal de Mónaco, el procesado intentó demostrar a su jefe que era un héroe inventándose la agresión. La inculpación de Maher ilumina la hasta ahora misteriosa muerte de Safra, fundador del Republic Bank of New York y ex director de American Express y de su enfermera Vivianne Torrente, estadounidense de origen filipino.
    Según los resultados de la autopsia los dos murieron asfixiados por el humo en uno de los cuartos de baño del duplex del millonario en el que intentaron refugiarse de las llamas.

    Otras fuentes habían indicado que el banquero y la enfermera estaban todavía vivos cuando llegaron los bomberos, pero que Safra se negó a moverse y a salir de allí ante el temor de que fuese una treta para hacerlo salir y matarlo.
    La esposa de Safra y la hija de ésta, que se encontraban en la planta baja cuando se produjeron los hechos, resultaron ilesas.




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